Todos podemos estar de acuerdo en que el mal aliento es algo sumamente molesto y que este tiene un gran impacto en la vida social de las personas, ya que afecta directamente la manera en la cual el individuo se relaciona con otros. El mal aliento deja una imagen antihigiénica y totalmente desagradable de quien lo padece e inclusive puede llegar a desencadenar trastornos de autoestima, ansiedad y/o depresión en casos extremos.
El mal aliento o la halitosis, el cual es su término médico, es conocido por ser un padecimiento común ya que se estima que casi la mitad de la población mundial ha sufrido alguna vez de halitosis, a cualquiera de sus niveles. Sin embargo, a pesar de ser comúnmente asociado con falta de cuidado e higiene bucal, el mal aliento puede ser desencadenado por una serie de factores variados por lo cual hay personas que, a pesar de tener una rutina de higiene bucodental exhaustiva, padecen de halitosis.
Primeramente, la etimología de la palabra habla por sí misma; proveniente del latín halitus (aire exhalado) y el sufijo –sis (estado irregular) nos indica que la halitosis es cualquier tipo de alteración en el aliento, proporcionándolo de características olfativamente desagradables.
Ahora bien, como se dijo anteriormente, la halitosis no solamente es ocasionada por el mal cuidado de la cavidad bucal, ya que puede ver su nacimiento de dos formas, intraoral (el origen del mal olor es dentro de la boca), la cual sería el tipo de halitosis más común ya que en la mayoría de los casos el mal olor es debido a una mala higiene bucodental; o extraoral (el origen del mal olor proviene de otras partes del cuerpo como el estómago).
Existe una gran variedad de causas para la halitosis; en el caso de la halitosis intraoral, la causa más común es, como se dijo anteriormente, la mala higiene bucodental; es decir, aquellas personas que no poseen el hábito del cepillado diario (mínimo 3 veces al día), así como también el uso del hilo dental o enjuague bucal, son las más susceptibles a padecer de mal aliento, ya que partículas de los alimentos ingeridos quedan estancados en las encías y dientes, las cuales al descomponerse producen bacterias que infestan la cavidad bucal emanando así un olor desagradable; aún más si se han ingerido ciertos alimentos conocidos por sus fuertes olores como la cebolla o el ajo.
Otra causa muy común de la halitosis intraoral es el consumo del tabaco. Fumar es sumamente nocivo para la salud, no solo trae muchos efectos negativos como daños directos a los pulmones y la creación de células cancerígenas, sino también un aliento fétido. Componentes como el alquitrán, amoníaco y nicotina se adhieren y permanecen en la boca por mucho tiempo, afectando la mucosa, proporcionando al individuo con un olor muy particular.
La xerostomía, o también conocida como boca seca es una enfermedad que afecta la salivación del individuo. Al no producir saliva, la boca se queda sin protección ante las bacterias ya que es esta la encargada de mantenerla limpia, y de combinarse este factor con la ausencia de una rutina de cepillado diario, la aparición de la halitosis es altamente probable.
Por su parte, las causas extraorales de la halitosis a pesar de ser menos comunes y probables, pueden ocurrir; como por ejemplo, ciertas enfermedades pueden desencadenar un mal aliento como efecto secundario; diabetes, hepatitis o varios tipos de cáncer pueden ser causantes de la halitosis, incluyendo también ciertos medicamentos como por ejemplo, los antidepresivos, que podrían generar algún tipo de alteración en el aliento.
Una vez dicho esto, podemos dar una serie de recomendaciones para prevenir la halitosis, o en caso de ya padecerla, podemos decirte cómo puedes combatirla. Primeramente, es de suma importancia la higiene bucodental; cepilla tus dientes mínimo 3 veces al día, después de cada comida, acompañado del uso del hilo dental y un buen enjuague bucal (no exceso ya que puede traer efectos contraproducentes).
Evita el consumo de los alimentos especificados anteriormente como la cebolla y el ajo, así como también disminuir o erradicar el consumo de bebidas alcohólicas y el consumo de cigarrillos. A su vez, debes mantenerte hidratado para evitar la sequedad en tu boca, así tu cuerpo puede producir las cantidades de saliva necesarias para combatir las bacterias.
Y por último, pero no menos importante, te aconsejamos a asistir a consultas periódicas con un especialista dental, ya que como experto te podrá dar los lineamientos indicados y acordes con tu caso para erradicar de raíz el problema que ocasione tu mal aliento, en caso de existir alguno.
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