A todos nos gustaría tener una buena memoria y que pudiésemos guardar recuerdos de forma duradera. Está claro que es imposible retener todos los recuerdos, ya que nuestra mente se encarga de seleccionar automáticamente lo que debe ser olvidado y lo que va a retener para siempre.
Pero ¿Y si te dijéramos que la memoria se puede entrenar y mejorarse? Así es. Hay varias formas naturales de potenciar las funciones cognitivas y conseguir mejorar la memoria tanto a corto como a largo plazo. Además, también te ayudarán a reducir los riesgos de desarrollo de enfermedades como la demencia.
Si quieres saber cómo conseguirlo, sigue leyendo este artículo donde te explicamos 10 maneras naturales que te ayudarán a mejorar la memoria.
Índice de contenidos
- 1. Comer menos azúcares añadidos y carbohidratos refinados
- 2. Tomar suplementos de aceite de pescado
- 3. Mantener unos buenos niveles de Vitamina D
- 4. Mantener un peso saludable
- 5. Beber menos alcohol
- 6. Dormir y descansar lo necesario
- 7. Practicar la meditación
- 8. Realizar ejercicios de entrenamiento del cerebro
- 9. Practicar deporte
- 10. Consumir alimentos antioxidantes
1. Comer menos azúcares añadidos y carbohidratos refinados
Seguro que sabes que comer alimentos con azúcares añadidos es una de las principales causas de graves problemas de salud y enfermedades crónicas; pero ¿sabías que también es uno de los principales causantes del deterioro cognitivo? Así es, varios estudios lo han comprobado.
Dichos estudios han observado como una alimentación cargada de alimentos con azúcares añadidos provoca un volumen cerebral reducido, sobre todo en la zona del cerebro encargada de almacenar la memoria a corto plazo.
Los carbohidratos refinados actúan de la misma forma, ya que son alimentos que presentan un alto índice glucémico. Esto significa que el cuerpo digiere los carbohidratos muy rápidamente y eleva los niveles de azúcar en sangre.
Varios estudios han relacionado la dieta occidental, la cual es más alta en carbohidratos refinados que otras, con problemas de deterioro cognitivo, función cerebral reducida e incluso demencia.
2. Tomar suplementos de aceite de pescado
Los ácidos grasos omega-3, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) son unos tipos de ácidos que nos ayudan a mantener un buen estado de salud y nos ayudan a prevenir determinadas enfermedades.
En particular, este tipo de ácidos reducen la inflamación, alivian el estrés y la ansiedad, disminuyen el riesgo de enfermedades cardíacas y mejoran las funciones cognitivas, previniendo el deterioro del cerebro.
Una buena forma de consumir estos ácidos es mediante los suplementos de aceite de pescado. De hecho, varios estudios han observado como el consumo de este tipo de suplementos pueden ayudar a mejorar la memoria, sobre todo en las personas mayores.
3. Mantener unos buenos niveles de Vitamina D
La vitamina D es una de las principales vitaminas que nuestro cuerpo necesita, ya que participa en el correcto desarrollo de muchas funciones vitales del organismo.
Cuando se presentan niveles bajos de esta vitamina, se incrementan las probabilidades de padecer diversos problemas de salud, entre ellos la reducción de funciones cognitivas.
Los estudios que se han llevado a cabo también relacionan la falta de vitamina D con el riesgo de desarrollar demencia (ver estudio).
4. Mantener un peso saludable
Todos sabemos que el sobrepeso puede llegar a ser muy perjudicial para la salud y el bienestar de las personas; pero ¿sabías que también puede afectar a las funciones cognitivas?
Así es. Varios estudios han observado como el exceso de peso puede llegar a ser un riesgo para el deterioro de las funciones cognitivas, ya que provoca la modificación de los genes asociados a la memoria, afectándola de forma negativa. De hecho, la obesidad se relaciona con enfermedades muy serias del cerebro, como el Alzheimer.
Además, el sobrepeso también provoca una mayor resistencia a la insulina e inflamación, lo que genera un impacto negativo en el cerebro.
5. Beber menos alcohol
Beber alcohol en cantidades excesivas puede suponer un grave riesgo para nuestra salud física y mental.
Por una parte, afecta negativamente al funcionamiento de nuestros órganos, sobre todo al hígado, ya que este se encarga de limpiar la sangre, que es donde se encuentra el alcohol que consumimos.
Pero no esto no es todo; el alcohol también afecta muy negativamente a nuestro cerebro, produciendo efectos neurotóxicos. Su consumo habitual puede provocar daños irreversibles en el hipocampo, una parte del cerebro que desempeña funciones importantes en la memoria.
Por estos motivos, se debería reducir el consumo de alcohol si queremos proteger nuestro cerebro, y no consumir más de dos copas a las semana.
6. Dormir y descansar lo necesario
Muchas veces no prestamos la atención que se merece a las horas que dedicamos al descanso y a dormir bien y suficiente por la noche.
El estrés, el trabajo, los estudios, los hijos, etc. hacen que la mayoría de las personas se tengan que levantar muy pronto por la mañana y que se acuesten tarde por la noche. Esto no es para nada recomendable, ya que nuestro cuerpo necesita descansar las horas necesarias para poder recargar bien todas las energías y cumplir con sus funciones correctamente durante el día.
Algo que se ve directamente afectado con la falta de sueño es la memoria, y es que los investigadores han observado como dormir menos horas que las recomendadas (8h diarias) puede disminuir le memoria tanto a corto como a largo plazo. De hecho, dormir las horas necesarias puede contribuir a fortalecer los recuerdos a corto plazo y transformarlos en recuerdos duraderos.
7. Practicar la meditación
La meditación incluye un montón de técnicas que nos ayudan a relajarnos y calmarnos, concentrándonos en nuestro interior y desconectándonos de los estímulos externos durante el tiempo que duren los ejercicios. Esto ayudará a reducir el estrés y el dolor, mejorando la salud de muchas formas distintas.
Uno de los beneficios de la meditación es la mejora las funciones cognitivas, ya que ayuda a aumentar la materia gris del cerebro, la cual contiene cuerpos celulares neuronales encargados de mejorar las funciones cerebrales.
Dicha materia gris va disminuyendo a medida que envejecemos, lo que hace más importante que adoptemos este tipo de prácticas de meditación. Los estudios indican que pueden mejorar la memoria a corto plazo de personas de todas las edades.
8. Realizar ejercicios de entrenamiento del cerebro
Realizar juegos mentales, además de ser entretenido y divertido, puede ayudar significativamente a mejorar la memoria. Así lo aseguran varios estudios que se han realizado sobre este tema. De hecho, es algo lógico, a más entrenamiento del cerebro mejor rendimiento podrá ofrecernos, por lo que ejercitarlo es siempre una buena opción.
Una buena forma de hacerlo es solucionando problemas y juegos en los que el cerebro tenga que esforzare para encontrar la solución o deba elaborar una estrategia para conseguir los objetivos. Los crucigramas, el Tetris, los sudokus e incluso aplicaciones para móviles creadas para tal fin son una gran opción para entrenar nuestro cerebro y conseguir fortalecer la memoria a corto plazo y transformarla en recuerdos duraderos.
Los investigadores también aseguran que este tipo de ejercitación del cerebro puede ayudar a reducir significativamente el riesgo de desarrollar demencia.
9. Practicar deporte
Practicar deporte regularmente no solo es imprescindible para mantener una buena salud general y conseguir regular nuestro peso, sino que también beneficia extraordinariamente a las funciones cerebrales.
Esto es gracias a que cuando realizamos deporte se aumenta la secreción de proteínas neuroprotectoras, lo que ayuda a mejorar el crecimiento, desarrollo y protección de las neuronas y mejorar así las funciones cognitivas, entre ellas, la mejora de la memoria.
Practicar deporte de forma regular a lo largo de toda la vida es una gran forma de reducir significativamente el riesgo de padecer enfermedades cerebrales, como la demencia o el Alzheimer.
10. Consumir alimentos antioxidantes
Los alimentos con propiedades antioxidantes ayudan a reducir el estrés oxidativo y los daños que causan los radicales libres en las células de nuestro cuerpo.
De esta forma, una dieta rica en este tipo de alimentos puede ayudar de forma significativa a mejorar la memoria, ya que los antioxidantes que contienen permiten reducir el riesgo de deterioro cognitivo, así como de desarrollar problemas como la demencia.
Ente los alimentos con propiedades antioxidantes destacamos la mayoría de las frutas, las verduras y el té verde.
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